Saco mi brazo izquierdo de debajo de la sabana y coloco mi mano sobre mi pecho, por encima de la tela. Si tuviera un bolígrafo, lo pasaría por el contorno de la mano. La silueta se quedaría dibujada, la recortaría y no tendría necesidad de meter la mano en el cubo de pintura blanca. Como cuando nos manifestamos en el patio del colegio. Cientos de manos blancas por encima de nuestras cabezas. todo a favor de la paz.
Las preposiciones del texto son las siguientes:
a, de, sobre, por, en.